Estilo de vida e inmunidad
En
otoño caen las hojas de los árboles y también nuestras defensas. Podemos estimular
nuestro sistema inmunitario desde nuestro estilo
de vida. Principalmente desde nuestra alimentación:
“Que tu alimento sea tu medicamento”.
Para ello vamos a enriquecer la dieta de invierno con alimentos ricos en
vitamina C como los cítricos: pomelo, naranja, mandarina, kiwis han de formar
parte del desayuno. Con ello vamos a
cerrar la puerta a la gripe y los resfriados y sumamos salud.
Como
solemos decir que “somos lo que comemos”
es buen hábito desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un
mendigo. De esta manera nuestro sueño será más reparador y el hígado va a poder
aumentar su trabajo de detoxificación de las toxinas que ingerimos a través de
los alimentos, la piel, los pulmones, etc.
En
ocasiones presentamos signos de
toxicidad que se manifiestan como fenómenos articulares, reumatismos,
alergias, migrañas, varices, hemorroides, fibromas, pólipos e incluso hipertensión
arterial. Son síntomas que nos están alertando de un estado de saturación de
los órganos de detoxificación. Si nosotros no los atendemos y los suprimimos con antiálgicos,
antiinflamatorios, antihistamínicos, antihipertensivos sin antes buscar la
causa, estamos provocando un freno en los mecanismos
de autoregulación del organismo.
Por
otro lado hay que tener en cuenta que el intestino
es la vía de entrada de numerosos tóxicos perjudiciales para el ser humano,
que invaden nuestro organismo a través de la alimentación. Existe pues una
relación directa entre enfermedad y malos hábitos alimentarios. La “medicina
oficial” no concede a la nutrición terapéutica el papel que se merece. Una correcta corrección dietética es la
piedra angular de muchas terapias.
Alimentarse no es sinónimo de nutrirse. Sabemos que, desgraciadamente la tierra agrícola ya no
posee los nutrientes imprescindibles como el Selenio, fuente de prevención de
cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los alimentos se recolectan verdes, no
contienen los nutrientes que deberían tener si se dejasen madurar en sus
árboles, madurando en cámaras frigoríficas. De modo que tampoco obtendrán su
composición adecuada en Vit C. Por eso es fundamental que consumamos alimentos biológicos “vivos” y “frescos”
con la menor manipulación posible y la mayor riqueza en nutrientes vitales. El
procesado, enlatado y cocinado de los alimentos hace que pierdan nutrientes.
Y
además el estrés es otro de los grandes
enemigos de nuestros tiempos. Conocemos la relación entre nuestras emociones y nuestro sistema inmunitario.
Lo estudia la psico-neuro-inmuno-endocrinología. El estrés ya sea emocional o
físico agota nuestras reservas en Vit C,
complejo B, Zinc. Por esto es necesario un aporte extra de estos
oligoelementos en la época invernal, como apoyo a nuestras defensas.
Recuerden
que somos el único mamífero que toma leche de vaca pasada la lactancia. La leche y sus derivados contienen
ácido araquidónico, precursor de la PGE2,
que es una prostaglandina mediadora de
inflamación y alergia. Además contiene hormonas pituitarias esteroideas,
pancreáticas, tiroideas, adrenales, sexuales...Por no hablar de la IGF-I la
hormona de crecimiento presente en la leche. Por eso en personas en riesgo de
procesos degenerativos debería suprimirse la ingesta de lácteos. En niños con
procesos de asma, bronquitis, sinusitis y alergias cutáneas es necesario
restringir la ingesta de lácteos.
Es
necesario un aporte exógeno de pro y
prebióticos para fortalecer la flora intestinal dado que el 70% de nuestro sistema inmunitario se
encuentra en la mucosa intestinal, auténtica barrera de entrada a virus y
bacterias.
También
recomendamos en enfermos reumáticos, intestinales y respiratorios suprimir el trigo y el maíz. Los
grandes consumidores de cereales sufren con mayor frecuencia poliartritis reumatoide, enfermedad
intestinal (enfermedad de crohn), dermatitis herpetiforme, etc.
Cualquier
médico holístico va a basar su
terapéutica en la prevención y en la revisión de la alimentación. Así es como
nosotros entendemos al Medicina, desde el punto de vista de la prevención.
Que no te pille el invierno desprevenenid@!
Bibliografía:
.“El poder terapéutico de la alimentación inteligente”. Dr.
Claude Lagarde
.”El equilibrio a través de la alimentación”. Olga Cuevas
.”La alimentación la 3ª medicina” Dr. Jean Seignalet
.”Que tus alimentos sean tu medicina” Felipe Hernández
Ramos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejarnos un comentario.