Detoxicación y Drenaje, la solución a la Celulitis
La celulitis es una afección del tejido conjuntivo que se caracteriza por presentar a simple vista la llamada “piel de naranja”. Afecta a casi un 70% de las mujeres. Su etiología es múltiple: estreñimiento crónico, influencia hormonal, trastorno de la microcirculación que rodea al adipocito con una fibrosis de los tejidos circundantes y encapsulación del mismo, sedentarismo, alimentación rica en azúcares e hidratos de carbono rápidos, tabaquismo, factores constitucionales hereditarios, etc.
Pero unas de las causas principales de la formación de la, tan temida por las mujeres, celulitis es un “empantanamiento” de la Matriz Extracelular. La MEC es la estructura en forma de entramado o red que rodea a la célula y la encargada de llevarle los nutrientes, estímulos hormonales, nerviosos y de recogerle las sustancias de desecho para ser eliminadas vía linfática y sanguínea a través del hígado, el riñón, la piel, el pulmón y el sistema digestivo. Cuando la MEC está empantanada y llena de toxinas, a la célula grasa o adipocito no le van a llegar correctamente los nutrientes, estímulos hormonales y tampoco se van a recoger las sustancias de desecho, con lo cual va a haber una rigidificación de la estructura de la MEC que contiene el ácido hialurónico, los glicosaminoglicanos GAG, las fibras de colágeno y elastina, los proteoglicanos y el aspecto externo de la piel va a ser de “piel de naranja” a veces incluso doloroso al tacto o a la presión. Se va a afectar la microcirculación que rodea al adipocito y a la larga se producirá una insuficiencia linfática (sistema de recogida de toxinas) y venosa, que se traducirá en edemas o acumulación de líquidos en piernas, con pesadez, calambres, etc y así se empeora todavía más la celulitis, cerrándose el círculo.
No habrá nunca buenos resultados en los tratamientos anticelulíticos si no tratamos la causa y hacemos sólo tratamiento sintomático (intentar quitar el adipocito) sin tratar el tejido que lo rodea, estimulando la microcirculación, mejorando la flexibilidad del tejido conectivo (de sostén), aumentando el colágeno y la elastina (combatiendo la flaccidez que acompaña a la celulitis y restaurando la integridad de la MEC eliminando toxinas y favoreciendo el correcto drenaje linfático.
Para eliminar las toxinas de origen exógeno que vamos acumulando con los años por una alimentación poco sana, los xenobióticos, pesticidas, fármacos, toxinas animales y toxinas endógenas que nuestro propio organismo produce (ácido úrico, ácido láctico, hormonas, restos microbianos, desequilibrios del pH, etc.) es necesario un tratamiento de Detoxicación y Drenaje.
El primer paso en el tratamiento de la celulitis es hacer una Terapia de Detoxicación. Suele hacerse dos veces al año, primavera y otoño.
En primavera es cuando más demanda hay de tratamientos anticelulíticos y cuando aprovechamos para que nuestr@s pacientes hagan su terapia DETOX.
Consiste en la prescripción de principios fitoterápicos con efecto regenerador hepático, carminativo, absorbedor de toxinas, estimulante de la secreción de enzimas y sales biliares, regulador pancreático para el control de la insulinemia, etc. También es importante regular una posible disbiosis bacteriana intestinal o una candidiasis digestiva crónica que puede causas problemas hormonales femeninos y una neurotoxicidad. El diagnóstico lo hacemos con un sofisticado equipo de biorresonancia que nos permite conocer el estado de la flora y la fase de toxicidad que el paciente presenta. Le ayudamos con preparados fitoterápicos a base de: desmodium, boldo, cynara escolimus, crisantellum americano, cardo mariano, romero... Y para regular el interior de la flora intestinal solemos pautar prebióticos y probióticos. Regulamos un estado de acidez si lo hay (generalmente) y reequilibramos el funcionamiento de la MEC.
Pautamos sesiones de drenaje linfático “asistido” o microaspiración alveolar que nos permite un trabajo sobre el fibroblasto para la estimulación del colágeno y la elastina, obteniendo así una reafirmación de los tejidos. Un drenaje linfático con estimulación y apertura de los sistemas de limpieza y excreción de la linfa desde la MEC hasta el sistema vascular y eliminación de detritus o sustancias tóxicas a través del hígado, los riñones, los pulmones y la piel. Esto se va a traducir en un aumento de la diuresis, una pérdida de centímetros, un alisamiento de la piel, una mejora en el color y la textura de la piel, una mejora de la flaccidez cutánea y una pérdida de volumen evidente, pero lo que es más importante es la restauración de la función de la MEC que regula todo lo que entra y sale de la célula y ¡una recuperación de la salud!
Signos y síntomas de toxicidad:
. Halitosis, lengua saburral blanca, grisácea.
. Cefaleas, migrañas.
. Poca diuresis, micciones que no se corresponden a la ingesta de líquidos.
. Estreñimiento crónico, gases, flatulencias, defecaciones pútridas y malolientes.
. Hinchazón de piernas o de abdomen después de comer.
. Sensación de niebla mental.
. Fiebre al final del día causa infecciosa.
. Acné del adulto, eccemas cutáneos crónicos.
. Amigdalitis recurrente crónica o hipertrofia amigdalar.
. Presencia de múltiples amalgamas o empastes.
. Infecciones urinarias de repetición. Orinas oscuras, pobres y malolientes.
Cuando hacemos por primera vez una Terapia de Detoxicación y drenaje pueden aparecer algunos signos y síntomas de “crisis curativas” que asustan al paciente y hay que advertirle que son señal de que el organismo está eliminando su toxicidad:
. Cefaleas.
. Diarreas.
. Olor en la orina. Cada vez la orina irá siendo más clara y abundante al eliminar acumulaciones líquidas.
. Aparición de eccema o acné.
Al principio l@s pacientes notan una pérdida de volumen muy rápida debido a que el edema (retención líquida) que acompañaba a la celulitis desaparece, pero para que desaparezca la piel de naranja va a ser necesario un trabajo lento y muy sofisticado con los actuales equipos de depresoterapia que realizan una microaspiración y microestimulación fraccionada que va a ir produciendo paulatinamente una desaparición del edema con una estímulo de las vías de eliminación linfáticas, una reeducación del adipocito al que estamos “limpiando” haciendo que le lleguen mejor los nutrientes, los estímulos hormonales van a ser correctos, los estímulos nerviosos también, van a desaparecer el empastamiento, la estasis y el dolor. Va a disminuir su tamaño, desapareciendo la hipertrofia. Vamos a estimular gracias a este microaspirado alveolar mecanizado y controlado (¡1180 estimulaciones microalveolares por dm2 de piel!) el fibroblasto, célula que produce colágeno y elastina, con lo cual recuperamos la flaccidez que acompaña a la celulitis y reafirmamos el tejido.
Evidentemente lo que ha tardado años en producirse, no lo vamos a reparar en un mes. Los tratamientos de celulitis requieren un tiempo. Lo ideal es comenzarlos en Enero y no esperar a ponernos el biquini! Van a ser necesarias de 15 a 20 sesiones, a razón de dos o tres por semana. Y sobre todo, imprescindible un cambio de hábitos en cuanto a alimentación, ejercicio, hábitos tóxicos, calzado, ropa ajustada y gestión del estrés.
Recomendamos a nuestr@s pacientes sesiones de mantenimiento ya que podemos controlar algunos factores causales (alimentación, ejercicio, estrés...) pero no otros (predisposición genética, estímulos hormonales cíclicos y periódicos: reglas, embarazos, postpartos, xenobióticos).
Es fundamental la colaboración y el cambio de hábitos para mantener los resultados. Nosotros pretendemos aumentar la calidad de vida y la autoestima de nuestr@s pacientes, que confíen en nosotros y que colaboren en su tratamiento.
La recompensa va a ser una figura más esbelta, unas piernas, abdomen y brazos más lisos y tersos, una circulación restablecida, un tránsito intestinal regular, una vida más sana y una sonrisa en sus labios cuando nos dicen: gracias doctora, me veo más delgad@ pero sobre todo me encuentro mucho mejor, y hasta mentalmente más ágil.
(C) by Dra. Inma González . Febrero 2012.
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