miércoles, 24 de octubre de 2012

Mujer y micronutrición I

Publico por etapas mi tesina en el curso de Micronutrición Celular Activa NCA realizado durante 2011-2012 con la Association Française de Médecine Orthomoleculaire.







La mujer y la micronutrición

La salud de la mujer en los últimos años se ha medicalizado. La industria farmacéutica nos ha presentado como enfermedades situaciones fisiológicas en la vida de una mujer y otras, que no son auténticas enfermedades sino disregulaciones o pequeños desequilibrios cuya causa podemos encontrar en una alimentación no muy equilibrada, en disruptores endocrinos y hormonales debidos a los aditivos y pesticidas y a la contaminación ambiental y, sobre todo al aumento de estrés en la población femenina en las última décadas debido a la incorporación a  cargos de responsabilidad, la difícil conciliación, etc.

De hecho hoy no es raro que situaciones como el síndrome premenstrual, el embarazo, la menopausia, la osteoporosis sean tratadas como auténticas patologías, con fármacos cuya relación beneficio-riesgo está muy cuestionado.


Por otro lado la edad de la maternidad se ha ido retrasando y cuando quieren , ya no pueden.
Desde mi punto de vista, como experta en Medicina Biológica, prefiero los tratamientos reguladores de reacciones enzimáticas, vías metabólicas y síntesis hormonales que las Terapias Hormonales Sustitutivas.

En primer lugar, después de una amplia información a la paciente de lo que podemos hacer por ella y de que no existen milagros sino que juntas, ella y yo, intentaremos equilibrar todo aquello que la ha llevado a “enfermar”. De que no se trata de que ella ponga su salud sobre nuestra mesa, sino de que juntas, vamos a recuperar su equilibrio, para lo cual van a ser necesarios unos cambios en hábitos de vida y sobre todo en su alimentación.

Una vez que la expectativas de la paciente y las nuestras coinciden nos ponemos manos a la obra: Anamnesis completa y estudio por biorresonancia del estado metabólico, energético, hormonal y nutricional de la paciente. Así como los niveles de estrés , de hormonas, aminoácidos, etc. Lo complementamos con un estudio de la composición corporal con bioimpedancia y los estudios de laboratorio y complementarios pertinentes.

Aplicamos diferentes técnicas terapéuticas según idoneidad: homeosiniatría, terapia neural, mesoterapia.

La paciente se va a casa después del estudio con una dieta y unas pautas micronutricionales según sea el diagnóstico al que lleguemos.

Los estados “fisiológicos” de la mujer que vamos a repasar desde el punto de vista terapéutico o micronutricional son: Síndrome premenstrual, el momento de búsqueda de un embarazo, el embarazo, la menopausia, las infecciones genitourinarias y el estrés.
Pero cada vez son más las mujeres que nos consultan en busca de recomendaciones cuando el “tic-tac biológico empieza la cuenta atrás y buscan un embarazo. Por eso nos vamos a detener un poco más en conceptos como la epigenética o el qué puedo hacer para que mi bebé sea lo más sano posible dentro del mundo en que vivimos...

1.Síndrome premenstrual



El SPM suele clasificarse generalmente en cuatro grupos:
  1. Tipo A: donde los síntomas predominantes son la ansiedad (de la que toma su nombre), irritabilidad, tensión nerviosa y cambios de humor.
  2. Tipo C: donde predominan la apetencia por determinados alimentos (carbohidratos del que toma su nombre) para aliviar sus síntomas principales que son fatiga, desmayos, desvanecimiento, palpitaciones, dolor de cabeza y cefaleas.
  3. Tipo H: donde los síntomas predominantes (edema y/o hinchazón de manos, cara, mamas, pies, tobillos y abdomen, sensibilidad, congestión y tensión mamarias, aumento de peso -al menos, más de 1,5 kgs-, sensibilidad dolorosa y malestar general, sensación de no tolerar ser tocada) son causados por una hiperhidratación (de ahí su nombre) en determinadas zonas.
  4. Tipo D: donde el síntoma predominante es la depresión (de ahí su nombre) y que incluye otros síntomas como la confusión, pérdida de memoria, negligencia, llantos, pensamientos suicidas y/o autodestructivos.

En términos generales, el SPM suele achacarse a un desequilibrio entre los estrógenos y progesterona, concretamente a una insuficiencia de progesterona y a un exceso de estrógenos, desequilibrio que por lo demás, está implicado también en otras dolencias femeninas como la sensibilidad mamaria, los fibromas/miomas y los quistes ováricos, entre otras.

Se barajan varias cuestiones que han demostrado influir en dicho desequilibrio; entre otros mencionamos:
  • La incapacidad del hígado de eliminar el exceso de estrógeno.
  • El distress (stress excesivo)
  • Déficits nutricionales y desequilibrios alimenticios que llevan a carencias (o insuficiencia) de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
  • La píldora (anticonceptiva)
  • Uso de Medicamentos
Entre las primeras medidas a adoptar, siguiendo los principios hipocráticos que abrazamos: “que tu alimento sea tu medicamento”, lo primero es suprimir algunos hábitos de nuestra dieta:
  • Azúcares refinados (azúcar blanco y azúcar integral)
  • Café
  • Alcohol
  • Alimentos muy grasos o formas de cocción grasas (frituras)
  • Medicamentos (procura limitarlos a lo que específicamente debas tomar por prescripción médica, y en la dosificación prescripta)
Y añadir otros:
  • Más frutas y verduras
  • Cereales integrales
  • Legumbres
  • Aceites vírgenes de Primera Presión en Frío
  • Sal marina sin refinar (en vez de la sal de mesa común), y en cantidades cada vez menores.
  • Mayor descanso
  • Algún tipo de ejercicio físico, o simplemente caminar a paso vivo durante 40 minutos cada día, 6 veces por semana.
Dependiendo de la severidad de los síntomas o del tipo de SPM de que se trate, podrá resultar necesario tomar complejos vitamínicos, minerales y complementos alimenticios, pero asegúrate que proceden de fuentes orgánicas y siempre que sea posible, que dichas fuentes sean ecológicas.



Entre la etiología, además de las fluctuaciones hormonales, encontramos un déficit de: Ca, Mg, Mn, Vit B, Vit E, ác. Linoléico.

También es frecuente un déficit de serotonina o de GABA (efecto sedante del SNC) y causantes de la labilidad emocional del SPM.

También hay un desequilibrio en la síntesis de prostaglandinas <PGE 1 y > PGE2 y de betaendorfinas.

Mientras los síntomas más físicos aparecen unos días antes de la ovulación (mastodinia, edema, hinchazón abdominal...), la labilidad emocional e irritabilidad se presenta antes de la menstruación, es decir del 15 al 28 día.

Nuestra recomendación es la suplementación con GLA (omega 6) y triptófano unos días antes de la aparición de los síntomas.


El agua de mar isotónica también es muy útil para suplementar el déficit en Ca, Mg, Mn...

Tesina curso nutrición celular activa NCA 2011  By Dra. Inma González.