lunes, 29 de octubre de 2012

Ictus, primera causa de muerte en la mujer


MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

DIA MUNDIAL

El ictus supone la segunda causa de muerte en España y la primera en mujeres




   El ictus supone la segunda causa de muerte en España y la primera en mujeres, según ha recordado la Fundación Española del Corazón (FEC) con motivo de la conmemoración mañana del día mundial de esta enfermedad.
   En concreto, según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el ictus o accidente cerebrovascular afecta cada año a entre 120.000 y 130.000 españoles y, de estos, entre 10.000 y 15.000 son menores de 55 años. Las cifras de mortalidad asociadas a esta enfermedad son de 30.137 casos en 2010, de los que 17.511 casos se sucedieron entre mujeres.
   El ictus es una interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro, que puede ocurrir por la aparición de un coágulo en un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro (ictus isquémico), o por la rotura del vaso que produce filtración de sangre dentro del cerebro (ictus hemorrágico). La falta de sangre y oxígeno necesarios puede provocar la muerte de las células cerebrales, causando daño permanente en el cerebro.
   Aunque se trata de una enfermedad que afecta a los dos sexos, es más frecuente y más mortal entre las mujeres. La FEC asegura que una prevalencia más elevada de hipertensión arterial y de fibrilación auricular así como una aparición de ictus en edades más avanzadas, explica el mayor impacto en el sexo femenino.
   La mayor parte de los casos de ictus son debidos a causas externas y por lo tanto "controlables" como el sobrepeso, la obesidad, el tabaquismo y la hipertensión. Además, padecer fibrilación auricular, el tipo más común de arritmia, multiplica hasta por cinco la probabilidad de sufrir un ictus.
   Los expertos recuerdan la importancia de detectar rápidamente los síntomas de esta enfermedad, ya que actuar durante las primeras cuatro horas reduce considerablemente el riesgo de padecer daño cerebral. La pérdida de visión, de fuerza en las extremidades, de la capacidad para hablar o la aparición de desequilibrio y dolor de cabeza son los principales indicadores de esta enfermedad.