viernes, 12 de mayo de 2017

Estás acidific@?

La importancia del equilibrio ácido-base: pH





Averigua cuál es tu pH (y por qué es tan importante saberlo)

El equilibrio ácido-base resulta fundamental para el correcto funcionamiento del organismo.

No hace falta ser químico para comprender que un exceso de acidez es nefasto para la salud. Imagínate, por ejemplo, que viertes vinagre en el agua de tu acuario: al principio, aunque a los peces no les guste, se acostumbrarán, pero si continuas vertiéndolo, poco a poco irán muriendo.

Exactamente lo mismo ocurre con las células del organismo. A medida que el medio se va acidificando, las células sufren y los problemas se multiplican. Entre otras cosas la acidosis elimina minerales fundamentales para el organismo, genera inflamación, desgasta los huesos y las articulaciones, altera el equilibrio nervioso… en definitiva: hace envejecer más rápido.

Así, aunque el proceso es lento, no hay que subestimar la acidez ni el progresivo deterioro que va ocasionando.


¿Cuál es tu pH?

La abreviatura pH quiere decir “potencial hidrógeno”. Se trata de una medida sobre una escala de 0 a 14 que permite saber si una solución es más o menos ácida o alcalina (o básica). Es ácida por debajo de 7 y alcalina por encima de ese valor. Con un pH 7, al no ser ni ácida ni básica, decimos que es neutra. Para disfrutar de una buena salud, los líquidos que componen el organismo deben tener un contenido equilibrado de iones H+ y OH-, consiguiendo así un pH situado entre 7,35 y 7,45. Ese es el dato con el que debes quedarte, porque es el que le garantizará un pH correcto en tu organismo.

Para saber si se tiene demasiada acidez en el cuerpo se suelen medir los niveles de pH urinario con una tira reactiva que se introduce en la orina. Es un sistema muy sencillo, pero tiene un fallo garrafal, y es que mide la acidez eliminada por la orina, pero no tiene en cuenta la que está presente en los tejidos (llamada acidosis tisular), que suele ser más problemática.

Así, puede ocurrir que la acidosis urinaria sea correcta (entre 7 y 7,5) y que sin embargo tu organismo tenga un alto grado de acidosis.

Estos son algunos síntomas de acidificación con los que tu cuerpo te está avisando:






·  Sensibilidad al frío. Si  eres muy sensible a las bajas temperaturas (eres más friolero de lo habitual), tienes más probabilidades de estar acidificado y tener dificultades para metabolizar los ácidos de la alimentación.
·  Dientes sensibles al frío, con caries y frágiles.



·  Sensibilidad al presionar algunos músculos. En especial los trapecios y los músculos de los muslos. En un músculo no sobrecargado compruebe que se puede hundir el pulgar casi hasta el hueso sin causar dolor, al contrario de lo que ocurre si su organismo está acidificado.



·  Fatiga y carencia crónica de energía. 
·  Irritabilidad y cierta tendencia depresiva. 

Si estás acidificado, tu pH es ácido,  hay que ponerse manos a la obra. Consúltanos y pide una visita, mediante la nutrición y algún suplemento micro nutricional podemos corregirlo y prevenir muchas enfermedades.



Que tu alimento sea tu medicamento y que puedas añadir vida a los años!

Dra. Inma González
Tel 934198676