lunes, 14 de noviembre de 2011

Probióticos, necesidad terapéutica o marketing?

PROBIÓTICOS, ¿ NECESIDAD TERAPÉUTICA O MARKETING?


Nuestra flora intestinal está compuesta de bacterias simbióticas que viven en compañerismo con nosotros, dándonos a cambio protección. La microflora normal nos protege de infecciones. El equilibrio de nuestra flora intestinal es básico para mantenernos sanos.

Una alimentación inadecuada (toma de excesivas proteínas, exceso de hidratos de carbono refinados, poca fibra vegetal, mala combinación de alimentos en una misma comida) y la toma de antibióticos y antiinflamatorios alteran la flora intestinal y deterioran nuestra salud, manifestándose en forma de alergias alimentarias, candidiasis intestinal o vaginal, toxemia general del organismo…

Nuestra flora intestinal tiene un efecto de barrera frente a la acción de microorganismos patógenos, representa el mayor sistema inmunitario del organismo (El 70% de las células linfoides están en la mucosa intestinal, tienen una actividad antimicrobiana e inmunomoduladora)

El colon es el principal foco de infecciones, es como un francotirador que puede ocasionar problemas a distancia en otra mucosas (genitales, ORL) incluso puede ser causa de artritis reumatoide. Hay casos de toxemia cerebral en niños autistas y en niños hiperactivos que se benefician del tratamiento con Probióticos.





Los probióticos son microorganismos vivos que ingerimos con algunos alimentos o como complemento dietético  y que reportan grandes beneficios a nuestra salud:
Están indicados para restaurar el equilibrio de la flora intestinal en caso de tránsito intestinal acelerado o lento, hinchazones, flatulencias. También en casos de infecciones urinarias o vaginales de repetición. Para prevenir y tratar la diarrea del viajero. Durante y después del tratamiento con antibióticos. Para estimular la inmunidad en pacientes con infecciones de mucosas de repetición. Para mejorar la absorción de nutrientes y minerales. Muy indicado en niños con asma y dermatitis atópica, en alergias de piel. A medidas que envejecemos, nuestro sistema digestivo también lo hace y se hace necesaria una ayudita.

Los últimos estudios recomiendan la toma de probióticos para evitar los efectos negativos de los antibióticos. Los probióticos impiden la proliferación de cándidas, frecuentes después de antibioterapias prolongadas. Además tienen un efecto inmunomodulador, representan una línea de defensa frente a mutaciones celulares. Una disbiosis intestinal (alteración de forma crónica de la flora intestinal) puede tener relación con algunos cánceres (mama).

El principal medicamento ha de ser nuestro alimento (Hipócrates):
Abandona el café, tabaco, alcohol. Haz una dieta rica en fermentados como yogurt o kéfir. Toma suplementos de spirulina (captura gases) y clorella (captura metales pesados). Come fruta fresca a media mañana y media tarde, nunca de postre. Toma, por lo menos, un plato de verdura al día. Sustituye los hidratos de carbono refinados por los integrales. Disminuye el consumo de proteínas animales, que alimentan la flora de putrefacción.

“Mens sana in colon saludale”

Una flora intestinal desequilibrada aumenta la tendencia a alergias en niños y a la obesidad en el adulto.
Hay una relación entre cáncer de mama y estreñimiento.
El intestino es el segundo cerebro: sí, tiene 100 mill de neuronas. El tubo digestivo fabrica 20 neurotransmisores. Del 90 al 95% de la serotonina se fabrica en el tubo digestivo.

Una limpieza de colon permite liberar bloqueos emocionales, los conflictos internos se resuelven y el cuerpo y el espíritu se reconcilian.
Así como los trastornos psicoemocionales afectan al tubo digestivo, las patologías de éste afectan a nuestro humor, nuestro carácter y nuestro pensamiento. Las personas que sufren de colon, muchas veces tienen déficit de serotonina, por eso si controlas la salud de tus intestinos estarás de mejor humor y, por favor, ¡no te olvides de sonreir!

© by  Dra. Inma González para dDermis


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